lunes, 8 de abril de 2013

La aventura de vivir


El bebé cerró los ojos. El sol le daba de frente mientras iba sentado en la silla de ruedas que empujaba su mamá.

Durante unos segundos tuvo que dejar de observar ese mundo que le rodeaba y que tanto le fascinaba.


Cada día descubría una cosa nueva. Estaba comenzando a gustarle aquella aventura. No sabía cómo había llegado a ella, pero le estaba gustando.


Un día descubrió un olor que le hacía cosquillas en la nariz si se lo acercaban. Su mamá le dijo que era una flor. Otro día las cosquillas las sintió en la boca. Eran las naranjas.


Pero nadie le había explicado aún que era ese brillo que le hacía cerrar los ojos:


- "Algún día lo descubriré" - se dijo el bebé.



(Publicado en MeGustaEscribir)

4 comentarios:

  1. Que bonito tu relato! Tal vez eso nos falta a todos, descubrir de nuevo el mundo que nos rodea, para poder disfrutar como debe de la vida.

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  2. Claro que sí, Sandra. Nos hace falta pararnos un poco y volver a mirar el mundo con la mirada de un niño. Gracias por su comentario.

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  3. gracias por el relato me traslado a las sensaciones cuando era pequeño que esta descubriendo las cosas del mundo. lastima que esas sensaciones se pierdan.

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    1. Gracias a tí, Pepe, por leerme. Me alegra que mi relato te haya trasladado a tu infancia. Seguro que en algún rincón de tu corazón todavía queda algo del pequeño que algún día fuiste. No pierdas nunca esa sensación. Un saludo

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