Todos los patitos
iban en fila india detrás de Mamá Pata. El quinto patito iba siempre distraído.
La última vez que se entretuvo, se perdió y acabó metido en un charco de barro.
A Mamá Pata no le
importaba la diferencia que había entre su quinto patito y todos los demás. Estaba
segura de que acabaría haciendo grandes cosas. Tal vez llegara a ser un hermoso
cisne como le ocurrió al Patito Feo, el hijo de su vecina Doña Pata.
----
Un mes más he aceptado el "Reto: 5 líneas" que nos lanza Adella Brac y he escrito este microrrelato que nos lleva a la infancia. Para leer el resto de relatos de este mes de Marzo acudir aquí
Original, me ha gustado mucho. Como bien dices recordando un bonito clásico infantil.
ResponderEliminarBesitos
Gracias Mer mer. Me alegro que te haya gustado. Besos para tí también.
EliminarMe encanta el tono que le has dado, muy apropiado al contenido :)
ResponderEliminar¡Un brindis por los patosos que acaban haciendo grandes cosas! :D
Y gracias por participar en el reto ;)
Un saludo.
¡Qué bueno que te gustara mi microrrelato!
EliminarY gracias a ti por plantearnos tan buenos retos todos los meses.
Un saludo.